Frase de Haruki Murakami


“Cuando terminó de preparar el equipaje, sacó los discos de los Años de peregrinación de Liszt. Hacía mucho que no los escuchaba. El conjunto de tres elepés con la interpretación de Lázar Berman. Se los había dejado Haida quince años atrás. Si aún conservaba el viejo tocadiscos era para poder escuchar aquellos álbumes. Colocó el primer disco en el plato, por la cara B, y bajó la aguja. Première année: Suisse. Se sentó en el sofá y, con los ojos cerrados, prestó atención a la música. Le mal du pays era la octava pieza de la obra, y estaba al principio de la cara B de aquel disco. Casi siempre era ésa la primera pieza que escuchaba, hasta el Sonetto 47 del Petrarca, del segundo año, Italie. Entonces terminaba esa cara y la aguja se levantaba por sí sola. Le mal du pays. Aquella pieza tranquila y melancólica fue dibujando poco a poco la tristeza informe que envolvía su corazón. Como si en el aire una fina nube de polen se adhiriera a una criatura transparente y, calladamente, su figura fuese adquiriendo forma ante nuestra mirada. Esta vez acabó cobrando la forma de Sara. Sara con su vestido color menta de manga corta.”
Detalles frase
Frases célebres
libro (Los años de peregrinación del chico sin color)
20/03/2014 a las 12:31 Valoración mediaVota aquíCuriosidades 269
1131
Valoración mediaVota aquí
libro (Los años de peregrinación del chico sin color)
20/03/2014 a las 12:31 Valoración mediaVota aquíCuriosidades 269
1131
Valoración mediaVota aquí
Comentarios sobre la frase
Frases afines- Del libro: Vivir para Contarla
- Del libro: Sinsajo
- Del libro: Los enamoramientos
“Claro que el proceso es lento, claro que cuesta y que hay que poner voluntad y esforzarse, y no dejarse tentar por la memoria, que regresa de vez en cuando y se disfraza de refugio a menudo, al pasar por una calle o al oler una colonia o escuchar una melodía, o al ver que están poniendo en televisión una película que se disfrutó en compañía.”
“el mar me trajo aquella mañana sensaciones olvidadas entre los pliegues de la memoria: la caricia de una mano querida, la firmeza de un brazo amigo, la alegría de lo compartido y el anhelo de lo deseado.”
- Del libro: La nostalgia feliz
En realce