“¡Señor! ¡Señor! El pájaro perdido puede hallar en los bosques el sustento, cualquier hora atravesar el viento. Y el hombre, el dueño que a la tierra envías armado para entrar en la contienda, no sabe al despertar todos los días en qué desierto plantará su tienda...” Juan Clemente Zenea
“Permanecer solo, con los ojos cerrados, en medio de las fuerzas más monstruosas que braman en torno, y, sin embargo, sentir palpitar en los labios la palabra misteriosa de la liberación: he ahí la dura suerte del hombre. ¡Un navegante por mares desconocidos, en una noche tempestuosa!” Christian Friedrich Hebbel